En la anterior entrada de esta serie os comentamos cómo los planes de Pat Gelsinger iban totalmente a la inversa a la gama de productos de Intel. Mientras que el arquitecto de los 80486 quería convertir a Intel en una alternativa viable a TSMC, los chips que han ido saliendo en los últimos años tienen una alta dependencia de la fundición taiwanesa. En esta segunda entrada os explicaremos el motivo por el cual Arrow Lake se ha convertido en un fiasco.
Promesas incumplidas por parte de Intel
Hace unos meses y en plena presentación durante la Computex, Intel sacaba pecho del rendimiento de los dos nuevos núcleos para sus Intel Core Ultra 200 y 200V, Arrow Lake y Lunar Lake. Por lo que el horizonte se presentaba brillante para los de Pat Gelsinger y se prometía una lucha encarnizada frente a una AMD que parecía tener que adelantar sus Ryzen 9000 X3D debido a que Zen 5 había quedado por debajo en rendimiento frente a Lion Cove. Por desgracia, a partir de ese punto todo el globo se empezó a deshinchar.
Entonces vino el anuncio de que la Compute Tile de Arrow Lake no iba a ser fabricada bajo el nodo Intel 20A, sino que al igual que en Lunar Lake, la elección sería el nodo de «3 nm» de TSMC, lo cual supone un aumento en la capacitancia de los chips. ¿Las consecuencias? Velocidades de reloj algo más bajas que las de los Intel Core 13 y 14. Lo que, obviamente, lleva a peores resultados en las pruebas de rendimiento. No obstante, este no ha sido el único problema que ha empañado el rendimiento de Arrow Lake.
Esto le llevó a Intel a anunciar que los Intel Core Ultra 200 no iban a tener el mismo rendimiento en gaming que su antecesor, el Intel Core 14. Por lo que el incentivo para comprar la nueva CPU por parte de dicho mercado se redujo enormemente. Sin embargo, el traslado a una litografía menos avanzada solo fue un problema menor.
La Base Tile, el cuello de botella de Arrow Lake
Al ser chips disgregados, lo importante es la velocidad de comunicación entre las diferentes partes. Esto se consigue con el Interposer, lo que Intel llama Base Tile y mientras que el de Lunar Lake es totalmente nuevo, el de Arrow Lake hereda el de Meteor Lake, una CPU que sufrió una regresión en su rendimiento por ciclo de reloj respecto a Raptor Lake, tanto que Intel no se atrevió a lanzarlo en ordenadores de escritorio.
¿El problema? Al poner en un chip diferente, pero cercano, lo que es el controlador de memoria (el cual se encuentra en el SOC Tile), esto provoca un retraso adicional de la señal a la hora de comunicarse con la CPU si no se crea un método para paliar. Pues bien, en los Lion Cove y Skymont de la Computex no se veían limitados por la velocidad del Base Tile, pero Arrow Lake sí.
Lo peor de todo es que AMD, con los Ryzen 9000 (Zen 5), tuvo un problema similar al heredar el mismo IOD que el usado en los Ryzen 7000 (Zen 4), donde el salto en rendimiento no fue tan alto. Pues bien, tras unos pocos meses, hemos visto el lanzamiento de los Ryzen 9000 X3D (Zen 5 con V-Cache). A lo que nos referimos es que Intel en todo este tiempo podría haber desarrollado una Base Tile mejor y un SOC Tile, donde se encuentra el controlador de memoria, mejores que el de Arrow Lake.
Lion Cove y Skymont desnatados
Ahora bien, pese a que el salto en el IPC de Skymont ha sido importante respecto al E-Core de anterior generación, sobre un 32%, es solo un 2% más potente que Raptor Cove por ciclo de reloj en Lunar Lake. Y sí, el núcleo es impresionante teniendo en cuenta su área y consumo, pero en términos de rendimiento está por debajo de los P-Cores de la anterior generación.
¿Lion Cove? Pues tanto de lo mismo, su plus en Lunar Lake es de un 9% en IPC, pero peor en Arrow Lake. Hasta el punto en que apenas hay diferencias, y si a esto le sumamos la latencia del Base Tile y la menor velocidad de reloj, pues termina siendo un fiasco en comparación con lo que se esperaba. Luego añadirle que es necesario comprar una placa base nueva, las cuales no son precisamente baratas y se convierten en un motivo menos para dar el salto.
Pero, ¿tan mala es la situación de Arrow Lake?
Haciendo una media de los diferentes reviews de los distintos microprocesadores para PC que hay ahora en el mercado y tomando como referencia el rendimiento del i9-14900K, se puede ver una regresión en los Intel Core Ultra 245X, 265X y 285X respecto a la anterior generación.
Fijaos que en este gráfico no se han incluido los Ryzen 9000 X3D, que ya se colocan en la estratosfera. Pero es que el uso de la V-Cache ha dado como resultado un boost importante, más que nada, por el hecho que reduce la latencia media por instrucción al reducir también la cantidad de veces que ha de ir a la RAM. Por desgracia, parece ser que deberemos esperar a Nova Lake para una solución similar por parte de Intel.
Todos esperando (no me incluyo) que esta gen de intel por fin de guerra (la competencia pareja siempre es beneficiosa para mejoras imprevisibles e innovadoras) e intel sigue dando bandazos, se libra porque tienen aún mucho mercado a su favor y muchos años de cuasi monopolio del mercado. AMD tiene la oportunidad de crecer en capital todo lo posible y esperar que no le pase como a intel y se duerma en los laureles y siga innovando y no se estanque como le paso a intel durante prácticamente 9 generaciones de CPUs sin mucho cambio.