Tres años después del lanzamiento del primer Apple Macintosh y de la mano de un equipo totalmente distinto, ya que el original había sido despedido, Apple lanzó el Macintosh II, el cual cemento la imagen del Mac como ordenador caro y elitista, no en vano, su precio de salida en 1987 fue de 4000 dólares. Se trata de un diseño que acompañó a la marca hasta la adopción del PowerPC y más allá, donde su mayor seña de identidad es su capacidad de expansión, gracias a la adopción de las ranuras NuBus, lo que permitía añadirle tarjetas de expansión, algo que Steve Jobs nunca hubiera aceptado.
El hardware interno del Macintosh II
Para Apple, los fiascos del Macintosh y del Apple II GS fueron tal que decidieron moverse hacia la gama alta con su siguiente ordenador para competir contra las estaciones de trabajo en precio y prestaciones. Por desgracia, la mayoría de las empresas de dicho mercado ya habían adoptado los chips RISC para sus sistemas, mientras que los de Cupertino tras la mala experiencia por no poder portar el software del Apple II al Macintosh original, decidieron por el Motorola 68020 a 16 MHz y su FPU el MC68881. Sin embargo, la MMU (M68851) era opcional y se tenía que comprar aparte.
A partir de 1989, los modelos se basaron en el 68030 a partir de 25 MHz, el cual traía de serie la MMU integrada. Lo que permitió años más tarde el lanzamiento del System 7, la primera versión con multitarea, eso sí, cooperativa, de serie del sistema. El cual requería la presencia de este componente para poder funcionar de forma correcta. La paradoja es que, si bien ellos en la interfaz gráfica de usuario tardaron muchos años en tener un sistema operativo multitarea, ya que la mayoría de sus clientes carecían del hardware necesario para ello.
El concepto del Macintosh II duró una década entera dentro de Apple, hasta que el retorno de Steve Jobs y los diseños de Jony Ive cambiaron el diseño industrial y conceptual de los ordenadores de la compañía.
Mejoras de rendimiento del Macintosh II
Apple fue lanzando versiones mejoradas del Macintosh II con pequeñas mejoras de rendimiento, en especial desde los modelos de 1989, donde, si bien el hardware no tuvo un salto generacional, si que recibió una serie de cambios leves. Por ejemplo, se añadió la capacidad de sumar memoria SRAM como una memoria caché de segundo nivel en forma en un zócalo SIMM, lo cual mejoraba el rendimiento un 30% adicional.
Modelos posteriores terminaron por añadir controladores SCSI con unidades DMA integradas también para liberar a la CPU del trabajo de tener que manejar los periféricos a través de dicho bus, para controlarlos, Apple curiosamente utilizó el mismo 6502 que en su día utilizó como microprocesador para los Apple II. De esta manera, los periféricos conectados a los puertos de expansión ADB y SCSI no ralentizaban el trabajo del procesador central. ¿Lo malo de todo ello? Como ya hemos dicho, Apple no hizo ese cambio hasta modelos posteriores lanzados años después del Macintosh II original
Memoria RAM, disco duro y periféricos externos
En 1987 el primer ordenador en utilizar módulos de memoria RAM tal y como lo conocemos ahora, fue el IBM PS/2, lanzado el mismo año que el Macintosh II, no obstante, el ordenador de Apple también reemplazó la RAM soldada en placa por módulos SIMM de 30 contactos en el Macintosh II, los cuales permitían diferentes configuraciones de memoria. Ahora bien, pese a tener un direccionamiento de 32 bits, el Macintosh II solo podía usar hasta 20 MB de memoria RAM en los primeros modelos, pero este límite se amplió a 68 MB en los modelos lanzados a partir de 1989.
Otra de las mejoras fue la inclusión de un disco duro, inicialmente de 20 MB o de 400 MB, de serie en el sistema, aunque modelos posteriores incluyeron unidades de mayor capacidad. La conectividad con el HDD se conseguía a través de SCSI, una interfaz de 8 bits para unidades de cinta y discos duros con la capacidad de llegar a 5 MB/s de ancho de banda en modo síncrono o 3.5 MB/s en modo asíncrono. Su principal característica era el poder conectar hasta 8 dispositivos a un mismo controlador, incluyendo este mismo. Cada uno de ellos tenía una dirección única (ID SCSI), que le permitía al controlador identificar y comunicarse con cada uno de ellos de manera individual.
Sin embargo, hay que aclarar que SCSI no fue una tecnología propietaria de Apple, y en el caso del Mac II se usaron para dispositivos externos que requerían bajo ancho de banda como impresoras, escáneres, etcétera.
Las ranuras NuBus
No obstante, el Macintosh II no fue una simple actualización del microprocesador central, sino un giro de 180º sobre el diseño original. Si bien Apple con el tiempo lanzó los Macintosh Classic, más baratos y sin las capacidades de expansión de la gama alta. Se puede decir que la segunda generación del Mac debe su II al final del nombre, no solo por ser el reemplazo o continuación del sistema de 1984, sino por heredar la arquitectura abierta y con capacidades de expansión del Apple II.
Curiosamente, siendo Apple, en vez de optar por una tecnologia propietaria, decidieron adoptar NuBus para las tarjetas de expansión, añadiendo hasta 6 de ellas en el primer modelo del Macintosh II. La particularidad de dicho bus es que era muy superior a cualquiera de los utilizados hasta ese momento y se le podría considerar un precursor del PCI gracias al hecho de que era Plug & lay, por lo que tarjetas se identificaban automáticamente al sistema, eliminando así la necesidad de configuración manual.
En cuanto a su ancho de banda, se trata de un bus de 32 bits que podía funcionar a 10 MHz de serie, aunque modelos posteriores llegaban a los 80 MB y totalmente Full Dúplex, por lo que podía enviar y recibir datos con el ancho de banda total y todo ello teniendo su propio controlador integrado, lo que reducía la dependencia de la CPU.
Apple Desktop Bus
Conocido también como ADB fue otro de los añadidos de Apple a la arquitectura abierta del Macintosh II, esta vez para los periféricos externos propietarios que incluso requieren menos ancho de banda que una impresora o un escáner. Por lo que este puerto se utilizó especialmente para el ratón y el teclado. Al igual que SCSI un solo controlador podía manejar varios dispositivos, hasta 16 al mismo tiempo, a 128 KB/s de velocidad de transferencia y con soporte Plug and Play. En todo caso, no se trata de una innovación por parte de los de Cupertino, ya que años atrás, en el Atari 800 bajo el nombre SIO ya existía un bus con características similares.
Tal y como se puede ver, el añadido de las ranuras DIMM, las ranuras NuBus, el uso de SCSI para el disco duro y periféricos externos eran una apuesta clara para un sistema modular de hardware abierto. En cambio, el Apple Desktop Bus seguía las directrices propietarias de Apple. Es más, en los sistemas compactos con capacidad de expansión reducida, los puertos ADB para teclado y ratón estaban siempre presentes.
Controladora de disquetes, chip de sonido y CD-ROM
Apple no sería ella misma sin su tecnología propietaria, y en el Macintosh II no solo incluyó los puertos ADB y su controlador, sino también otras tecnologías de creación propia. El primero de los casos fue la Integrated Woz Machine heredada de la primera generación que permitía disquetes de 3.5 pulgadas de hasta 720 KB, no obstante, los modelos a partir de 1989 incluyeron una nueva disquetera que soportaba discos flexibles de hasta 1.44 MB de capacidad y el uso del chip SIWM para manejarlas.
Otro de los chips propietarios añadidos a esta familia de ordenadores fue el Apple Sound Chip, el cual, al igual que el chip de audio adicional del Famicom Disk y el HuC6280 de la PC-Engine generaba audio a través de tablas de síntesis. Apenas hay información más allá de que soportaba hasta 4 canales simultáneos y que años más tarde se lanzó una versión con dos chips que permitían generar sonido en estéreo con soporte PCM. Por lo que, si bien sus características en sonido lo colocaban de serie por encima del IBM PC, hasta la llegada de las Adlib y Sound Blaster, se encontraba por debajo de las capacidades de Paula, el chip de sonido del Commodore Amiga.
Sin embargo, lo que más destacó en el Macintosh II es que fue la primera gama de ordenadores occidentales en tener una unidad CD-ROM, inicialmente externa, eso sí. Pero fue la primera muestra de apoyo importante a esta tecnología, aunque su despegue final no se dio hasta muchos años después.
Tarjetas Gráficas
El cambio más notable del Macintosh II, más allá de sus capacidades de expansión, fue el hecho de ser el primer Mac con la capacidad de mostrar gráficos a color. Sin embargo, Apple tomó una decisión bastante polémica. La resolución estándar de las aplicaciones de los Macintosh de primera generación era de 512 x 384 en monocromo, mientras que las del Macintosh II era de 640 x 480 a color, por lo que para usar las aplicaciones que no se habían adaptado al nuevo estándar de resolución era necesario un monitor aparte y una segunda tarjeta gráfica en el sistema. Es más, todos los Mac compactos, hasta la llegada del modelo Color Classic, siguieron usando la resolución en monocromo de los modelos originales.
La tarjeta de vídeo estándar para mostrar gráficos a color en el Macintosh II, pese a tener un DAC de 24 bits, el más avanzado para su época, que permitía manejar una paleta de hasta 16.7 millones de colores. No obstante, no traía la memoria de vídeo suficiente y solo podía mostrar gráficos a 16 colores por píxel, requiriendo una expansión de memoria para poder mostrar hasta 256 colores por píxel. En todo caso, tal fue la metida de pata de Apple con el requerir dos tarjetas gráficas que en 1989 las unificó en una sola, pero sin añadir mejoras técnicas considerables.
Ya en modelos muy posteriores, el sistema de vídeo original siguió sin mejorarse, pero ya se integró en la placa base del sistema, ahorrándoles a los nuevos usuarios el tener que comprar una tarjeta de vídeo aparte. No obstante, se tuvo que esperar a los Macintosh II vx de 1992 para ello. Aunque si el usuario necesitaba mayores capacidades gráficas, entonces podía optar por las tarjetas gráficas de terceros.
Cuando Apple era puro océano azul
Ahora bien, el Macintosh II era un ordenador caro, ya que su precio era de 5500 dólares estadounidenses de 1987. Hablamos de un sistema que, de haber salido hoy en día costaría casi 20.000 dólares. Por lo que con dicha premisa se habría estrellado, pero por aquel entonces los PC continuaban encerrados en un mundo de líneas de comandos y pantallas fosforito, En todo caso, si lo miramos con perspectiva y tenemos en cuenta su hardware, el Macintosh II era basura a precio de oro. Pese a la adopción de una CPU más potente y a las capacidades de expansión, su hardware de audio y vídeo es decepcionante para un ordenador a un precio inalcanzable para los usuarios de a pie.
Se puede decir que los de Cupertino sacrificaron su cuota de mercado a cambio de tener un sistema aparentemente más avanzado. Por desgracia, el PC evolucionó enormemente los años siguientes. Un Macintosh II de 1987, comparado con el PC medio de la misma época, debía parecer para el usuario sin conocimientos algo muy avanzado y de ciencia ficción, pero con el paso del tiempo esa diferencia se fue reduciendo hasta desaparecer. Precisamente podemos hablar que el Macintosh II y sus derivados como el Quadra y posteriormente los Power Macintosh corresponden a la era oscura de Apple.
No obstante, la paradoja es que el Macintosh II no competía contra los PC, sino en un mercado propio; se trataba de lo que años más tarde fue llamado océano azul, a idea de crear un mercado nuevo sin competencia directa. Y dicha percepción se la debemos a uno de los genios del marketing más aclamados de la historia, quien supo crear una comunidad de fieles. Especialmente en el por aquel entonces incipiente mercado multimedia.
El efecto Kawasaki
Precisamente fue Guy Kawasaki, el que terminó creando la comunidad de Mac con una estrategia de marketing totalmente distinta a la convencional en el mundo de la informática. Precisamente, equipos como el Macintosh II venían acompañados de un storytelling alrededor del producto tan fuerte y tan bien pensado que la comunidad se volcó en crear, compartir y evangelizar a otros. Es por ello que se le considera a Kawasaki como el padre del marketing evangelista con campañas como el «Power to be your best».
¿Qué relación tiene esto con el llamado océano azul? Si bien Kawasaki empezó su marketing a finales de la era de la primera generación de los Mac, fue con el Macintosh II y posteriores donde se centró en presentar el producto desde una perspectiva distinta al resto de sistemas para que la percepción del público fuera distinta. Cuando no tienes un rival directo o el mercado no detecta que tienes un rival directo, no compites en precio, lo que te permite colocar el precio que quieras a tus productos.
Si bien el hardware no era top y tampoco mucho mejor que otras opciones, el hecho de que el marketing de Apple, liderado por Kawasaki, se centrara en lo diferencial ayudó a crear una cultura. Muchas veces no es el producto o el servicio en sí, sino como lo presentas y como lo percibe el resto del mundo. Gracias a ello, Apple ganó suficiente dinero como para subsistir y convertirse en una marca de lujo, mientras que otros se hundieron en el barro para desaparecer para siempre, especialmente por no tener el capital para competir.